Desde que empece en el mundo del diseño de interiores siempre me he topado con el gran debate a la hora de poner papel pintado o decantarse por poner la clásica pintura para embellecer las paredes de nuestros espacios. Me he encontrado con apasionados defensores de cada opinión.
En la entrada de hoy, quiero descubrir con vosotros los fascinantes pros y contras de esta encrucijada estilística.
¿Cuál será la elección que prevalecerá en tu hogar?
Sigue leyendo y elige tu bando en la batalla del papel pintado vs. pintura.
El papel pintado.
Versatilidad de diseños: El papel pintado viene en una amplia gama de diseños, patrones y texturas, lo que permite encontrar diseños que se adapten perfectamente a cualquier estilo decorativo.
Ambientes únicos: Puedes crear ambientes únicos y personalizados en tu hogar. Desde estampados llamativos hasta diseños sutiles, el papel pintado puede aportar carácter y originalidad a cualquier espacio.
Solución para imperfecciones: Si tus paredes tienen imperfecciones o grietas, el papel pintado puede ser una gran solución para disimularlas y darles una apariencia más uniforme y estilizada.
Fácil de aplicar y reemplazar: Su instalación es relativamente sencilla. Además, si te cansas del diseño o deseas un cambio, es más fácil reemplazarlo que volver a pintar toda la superficie.
Durabilidad: El papel pintado de calidad es duradero y resistente, lo que significa que mantendrá su apariencia original durante más tiempo que una capa de pintura.
Acabado texturizado: Algunos tipos de papel pintado ofrecen acabados texturizados, lo que añade dimensión y un aspecto táctil a las paredes.
Mayor valor añadido: El papel pintado bien seleccionado y bien mantenido puede aumentar el atractivo de una propiedad, lo que puede ser beneficioso si planeas venderla en el futuro.
Fácil mantenimiento: La mayoría de los papeles pintados modernos son lavables, lo que facilita su limpieza y mantenimiento a lo largo del tiempo.
La pintura.
Economía: La pintura tiende a ser más económica por lo que hace que sea una opción más atractiva para aquellos que tienen un presupuesto limitado para la decoración.
Facilidad de aplicación: Es relativamente fácil de aplicar, especialmente si se trata de colores sólidos sin técnicas de pintura complicadas. No se requiere experiencia especializada para pintar las paredes.
Amplia gama de colores: Aunque el papel pintado también ofrece variedad de diseños, la pintura proporciona una gama ilimitada de colores.
Flexibilidad en el acabado: Puedes elegir entre los diferentes acabados que existen, mate, satinado o brillo, para dar el efecto que deseas en tus paredes.
Mayor durabilidad y resistencia: Una pared bien pintada puede ser más resistente al desgaste diario, las manchas y la humedad, por eso es una opción adecuada para lugares por los que va a pasar mucha gente o ambientes con niños o mascotas.
Facilidad para combinar con otros elementos decorativos: Es más versátil cuando se trata de combinar con muebles y accesorios. No limita las opciones de diseño y permite jugar con diferentes estilos decorativos.
Cambio más sencillo: Si deseas cambiar el aspecto de tus paredes, basta con pintarlas nuevamente con un nuevo color.
Ahora con este pequeño resumen de pros y contras
¿Cuál elegirías para tus estancias ?
Alicia Barba, lunes 7 de agosto del 2023.
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